El otoño tiñe a las viñas de colores cálidos. Cada variedad tiene su matiz y algunas bastante diferenciado de las demás. La syrah, a la derecha, es la que más destaca. La cabernet franc, a la izquierda, mantiene un colorido más convencional.
Este fin de semana he estercolado la viña y he sembrado veza, como otros años. He echado bastante estiércol porque pienso hacer como Manuel Valenzuela y Ramón Saavedra que lo aplican cada dos años. Es cierto que no es conveniente echar demasiado pero a estas tierras alcalinas les va bien.
Al final me he tenido que convencer, este aparejo del motocultor no funciona. Se trata de no profundizar para no matar las lombrices y no romper la disposición de la tierra pero es que no solo no escarda sino que termina compactándola.